BIOÉTICA MÉDICA

 BIOÉTICA MÉDICA.
El término “bioética” fue utilizado por primera vez por Van
Rensselaer Potter hace cincuenta y un años (Potter, 1970).
Con este término aludía Potter a los problemas que el
inaudito desarrollo de la tecnología plantea a un mundo en
plena crisis de valores. Urgía así a superar la actual ruptura
entre la Ciencia y la Tecnología de una parte y las
Humanidades de otra.
Ésta fisura hunde sus raíces en la asimetría existente entre el enorme desarrollo
tecnológico actual que otorga al hombre el poder de manipular la intimidad del
ser humano y alterar el medio, y la ausencia de un aumento correlativo en su
sentido de responsabilidad por el que habría de obligarse a sí mismo a orientar
este nuevo poder en beneficio del propio hombre y de su entorno natural.
La bioética surge por tanto como un intento de establecer un puente entre
ciencia experimental y humanidades (Potter, 1971). De ella se espera una
formulación de principios que permita afrontar con responsabilidad –también a
nivel global- las posibilidades enormes, impensables hace solo unos años, que
hoy nos ofrece la tecnología.
Van Rensselaer Potter, médico oncólogo y profesor de la Escuela de Medicina de
la Universidad de Wisconsin, Estados Unidos de Norte América, publicó en 1971
un libro que bautizó Bioethics, bridge to the future.
Así podemos decir que: La bioética es la rama de la ética que se dedica a proveer
los principios de conducta humana de la vida; la ética está aplicada a la vida
humana y no humana.
Bioética y ética médica
Cuando la ciencia en su afán inquisitivo y transformador, se convirtió en amenaza
para él individuo, la sociedad y la especie toda, se vio la necesidad de ponerle un
freno á ese afán, dándole un nuevo rostro a la ética científica. Así surgió la
Bioética.
¿Acaso esta nueva disciplina viene a sustituir a la ética médica, disciplina que
hasta hace poco ha venido guiando al profesional de la salud? En absoluto. Por el
contrario, la ética médica permanece como matriz rectora y a la vez parte principal
de la bioética. Así se deduce de la definición de bioética de la “Encyclopaedia of
Bioethics”: estudio sistemático de la conducta humana en el ámbito de las
ciencias de la vida y de la salud, analizada a la luz de los valores y principios
morales" (Reich, 1978).
La ética médica no es sólo una parte de la bioética, sino que goza además de
especial relevancia en el conjunto de la nueva disciplina. Por la riqueza de su
tradición científica y humana - ausente en el resto de la bioética- posee un
especial valor que no puede ser ignorado. La pretensión ilusoria de construir una
“ética nueva” que habría de romper con la ética tradicional no sólo carece de
fundamento sino que deja traslucir una notable ignorancia. Ciertamente la bioética
– y con ella la ética médica- afronta hoy problemas nuevos, pero cuenta con los
mismos medios de siempre para resolverlos: el uso juicioso de la razón y la luz
de los valores y principios coherentes con la específica forma de ser del hombre.
No puede ser de otra forma.
Por el contrario, sí resulta nuevo el talante dialogante, tolerante y respetuoso
que preside el ejercicio bioético. Así lo exige la diversidad cultural e ideológica del
mundo actual. Sin embargo, ser tolerante no significa rebajar las exigencias de la
realidad, ni el reconocimiento de sus auténticas implicaciones éticas. Traduce en
cambio la conciencia de que sólo una actitud de diálogo abierto y honesto,
respetuoso con la legítima libertad de las conciencias, puede permitirnos avanzar
juntos hacia el reconocimiento de los valores y principios auténticos.
Recalcando: La Bioética es "el estudio sistemático de la conducta humana en
el ámbito de las ciencias de la vida y del cuidado de la salud, examinada a la
luz de los valores y de los principios morales".
Potter, interesado también en la relación del hombre con la tierra, los animales y
las plantas, había llegado al convencimiento de que si no se ponía freno al
comportamiento del ser humano frente a la naturaleza, su supervivencia sobre el
planeta no iría a ser muy larga. Luego de profundas reflexiones concluyó que la
pervivencia del hombre podía depender de una ética basada en el conocimiento
biológico. A esa ética le dio el nombre de "Bioética", vale decir, "Ciencia de la
supervivencia". "Una ciencia de la supervivencia -decía~ debe ser más que ciencia
sola; por lo tanto yo propongo el término Bioética en orden a enfatizar los dos más
importantes ingredientes, en procura de la nueva sabiduría tan desesperadamente
necesaria: los conocimientos biológicos y los valores humanos"
División de la bioética
La Bioética Global, de la que habla Potter, comprende la Bioética Médica y la
Bioética Ecológica. La primera tiene objetivos a corto plazo, la segunda a plazo
largo, pues lo que se busca es la conservación del ecosistema, de manera que
contribuya a la supervivencia de la especie humana.
La bioética general se ocupa de los fundamentos éticos, de los valores y
principios que deben dirigir el juicio ético y de las fuentes documentales de la
bioética (códigos médicos, derecho nacional e internacional, normas deontológicas
y otras fuentes que enriquecen e iluminan la discusión, como las biográficas,
literarias o religiosas).
La bioética especial se ocupa de dilemas específicos, tanto del terreno médico y
biomédico como referentes al ámbito político y social: modelos de asistencia
sanitaria y distribución de recursos, la relación entre el profesional de la salud y el
enfermo, prácticas de medicina prenatal, el aborto, la ingeniería genética,
eugenesia, eutanasia, trasplantes, experimentos con seres humanos, etc.
Bioética clínica o toma de decisiones. En ella se examinan dilemas nacidos en el
ejercicio asistencial de la medicina, analizándose los valores éticos en juego y los
medios concretos disponibles para resolver el conflicto de la mejor manera.
Bioética médica, ciencia de la conducta humana sobre la vida y la salud, debe de
ser aprendida a la luz de valores verdaderos, objetivos, no democráticamente
inventados. De valores que, como sucede cuando se estudian los hechos del
mundo físico, surgen de la certidumbre de que existe una ley natural para el
mundo de la conducta. Una ley cuyo descubrimiento es ciencia, cuya creación
conveniencia, cuyo olvido es responsable de costumbres inhumanas... y
responsable también de la crisis de valores de la época actual.
Principios que permiten abordar con seguridad el estudio sistemático de la
Bioética médica,
1) TIENE EL HOMBRE UNA SUPERIOR DIGNIDAD, A LA QUE SE LE DEBE
RESPETO. Y no se le falta respeto sólo cuando se le impide vivir, sino
cuando se le da trato de animal o cosa.
2) EL OBRAR NATURAL DE LA PROFESIÓN MÉDICA CONSISTE EN
PREVENIR Y CURAR ENFERMEDADES. En promocionar la salud, de
modo que el cuerpo humano, y el hombre íntegro, funcionen bien. No en lo
contrario.
Formación en bioética:
Los motivos que empujan a perfeccionar la preparación personal son múltiples.
Muchos profesionales sanitarios desean encontrar una solución adecuada a los
frecuentes dilemas éticos que se plantean en la práctica clínica. Estos dilemas se
plantean también a otros niveles: en los comités de bioética, en la docencia de pre
o postgrado en ciencias de la salud o en disciplinas como el derecho, la política, la
gestión, periodismo sanitario, etc., o en el contexto de trabajos de investigación
con seres humanos. Por otro lado es cada vez mayor el número de los que sienten
la urgencia de afrontar con eficacia los problemas bioéticos y desean colaborar en
su resolución. Se plantea así por una u otra vía la necesidad de adquirir una
formación bioética sólida, a nivel de un postgrado universitario.
Se comprende que sólo una formación pluridisciplinar a la vez teórica y práctica
permitirá adentrarse en esta disciplina si se quiere evitar la frivolidad de confundir
el diálogo bioético con un mercado de opiniones livianas. Es éste un punto
importante y si en algunos ambientes la bioética no ha conseguido la reputación y
autoridad que merece se debe quizás a la falta de preparación y de prestigio de
quienes indebidamente se constituyen en "expertos" y maestros de bioética.
Por la importancia de sus fines, es necesario que quien pretenda formarse
opiniones sólidas es este campo profundice en el conocimiento del ser humano y
de los dilemas científicos y tecnológicos actuales, especialmente en los propios de
la medicina asistencial y de la investigación clínica y biológica.
Esta preparación deberá ser exigente y continua y habrá de atender a aspectos
tanto teóricos (ética, antropología, historia del desarrollo tecnológico, filosofía de la
ciencia) como prácticos (pensamiento crítico 1] adquisición del hábito de la
honestidad intelectual y 2] la capacidad de comunicación y diálogo, incluyendo el
aprendizaje de algún idioma y cierta familiaridad con los medios informáticos de
comunicación virtual).
La bioética nace además con pretensiones de globalidad. Desea ayudar a resolver
un conflicto que existe dentro de cualquier cultura moderna: el conflicto entre las
posibilidades que ofrece el desarrollo tecnológico y las exigencias de una vida
auténticamente humana.
Aunque el problema es universal, los actores se mueven en diversos entornos
culturales. Por ello, se requiere de los protagonistas de la bioética que se hallen
abiertos al diálogo intercultural con el fin de fijar valores y principios de actuación
universalmente válidos. Para ello resulta de gran utilidad el poder acceder a los
recursos de internet (disponibles en buena parte en inglés), así como la posibilidad
de utilizar el correo electrónico.

DIOS BENDICE al MÉDICO que tiene ÉTICA que asume la
responsabilidad en un acto quirúrgico, que se somete al estrés de
desplegar su arte sobre un paciente dormido, que asume la lucha
contra la enfermedad ajena, que pasa noches en vela con
pacientes que a pesar no conoce: ora, llora y ayuda para que
recupere su salud y su vida, que desafía a la muerte sabiendo que
no siempre triunfara y que acepta hacerlo.

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